Esta carta se atribuye al planeta Júpiter, "la Gran Fortuna" en astrología. Corresponde a la letra hebrea Kaph, que significa la palma de la mano, en cuyas líneas, según otra tradición, la se puede leer la fortuna del propietario. Sería estrecho pensar en Júpiter como buena fortuna; representa el elemento de la suerte. El factor incalculable. Esta carta representa así el Universo en su aspecto como un continuo cambio de estado. Arriba, el firmamento de estrellas. Estos aparecen distorsionados en forma, aunque están equilibrados, algunos son brillantes y otros oscuros. De ellos, por el firmamento, salen relámpagos; lo baten en una masa de azul y penachos violetas. En medio de todo esto está suspendida una rueda de diez radios, según el número de los Sephiroth y de la esfera de Malkuth, indicando el gobierno de los asuntos físicos.
En esta rueda hay tres figuras, la Esfinge con espada, Hermanubis y Tifón; simbolizan las tres formas de energía que gobiernan el movimiento de los fenómenos. La naturaleza de estas cualidades requiere una descripción cuidadosa. En el sistema hindú existen tres Gunas-Sattvas, Rajas y Tamas. La palabra "Guna" es intraducible. No es exactamente un elemento, una cualidad, una forma de energía, una fase o un potencial; todas estas ideas entran en él. Todas las cualidades que se pueden predicar de cualquier cosa se pueden atribuir a una o más de estas Gunas: Tamas es oscuridad, inercia, pereza, ignorancia, muerte y similares; Rajas es energía, excitación, fuego, brillo, inquietud; Sattvas es calma, inteligencia, hicidez y equilibrio. Corresponden a las tres principales castas hindúes.
Uno de los aforismos más importantes de la filosofía hindú es: "las Gunas giran". Esto significa que, de acuerdo con la doctrina de la continua cambio, nada puede permanecer en ninguna fase donde uno de estos Gunas es predominante; por densa y aburrida que sea esa cosa, llegará un momento cuando empieza a revolverse. El fin y recompensa del esfuerzo es un estado de lucidez quietud que, sin embargo, tiende finalmente a hundirse en la inercia original. Las Gunas están representadas en la filosofía europea por las tres cualidades, azufre, mercurio y sal, ya representados en el Atu I, III y IV. Pero en esta carta la atribución es algo diferente. La Esfinge está compuesta por los cuatro Kerubes, mostrados en el Atu V, el toro, el león, el águila y el hombre. Estos corresponde, además, a las cuatro virtudes mágicas, saber, querer, atreverse y guardar silencio. Esta Esfinge representa el elemento de azufre, y es exaltado, temporalmente, sobre la cumbre de la rueda. Está armada con una espada de la romana corta, sostenida en posición vertical entre las patas del león.
Subiendo por el lado izquierdo de la rueda está Hermanubis, que representa el Mercurio alquímico. Es un dios compuesto; pero en él el elemento simio predomina. A la derecha, precipitándose hacia abajo, está Tifón, que representa el elemento de la sal. Sin embargo, en estas cifras también hay un cierto grado de complejidad, porque Typhon era un monstruo del mundo primitivo, personificando el poder destructivo y la furia de los volcanes y tifones. En la leyenda, intentó obtener la autoridad suprema sobre los dioses y los hombres; pero Zeus lo golpeó con un rayo. Se dice que es el padre de la tempestuosa, y de los vientos venenosos; también de las Arpías. Pero esta carta, como el Atu XVI, también puede ser interpretada como una Unidad de supremo logro y deleite. Los relámpagos, los que destruyen, también engendran; y la rueda puede ser considerada como el Ojo de Shiva, cuya apertura aniquila el Universo, o como una rueda sobre el Carro de Jaganath, cuyos devotos alcanzan la perfección en el momento en que aplasta a ellos.
10 La Fortuna | |
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Astro | Júpiter |
Palabras clave | Cambio, Destino, Energía |