El Mago

El Mago

Esta carta se refiere a la letra hebrea Beth, que significa casa, y se le atribuye al planeta Mercurio. Las ideas relacionadas con este símbolo son tan complejas y tan múltiples que parece mejor adjuntar a esta descripción general ciertos documentos que se relacionan con diferentes aspectos de esta carta. El conjunto entonces formará una base adecuada para la interpretación completa de la carta a través del estudio, la meditación y su uso. El título en francés de esta carta de la baraja medieval es "Le Bâteleur", el Portador de el Bâton. Mercurio es preeminentemente el portador de la Vara: la Energía enviada adelante. Esta carta representa la Sabiduría, la Voluntad, la Palabra, el Logos por quien los mundos fueron creados. En resumen, él es el Hijo, la manifestación en acto de la idea del Padre. Es el correlato masculino de la Suma Sacerdotisa. Es clave que no haya confusión aquí a causa de la doctrina fundamental de la el Sol y la Luna como los Segundos Armónicos del Lingam y el Yoni; porque, el creativo Mercurio es de la naturaleza del Sol. Pero, además, Mercurio es el Camino que conduce desde Kether a Binah, el entendimiento; y así él es el mensajero de los dioses, representa precisamente eso Lingam, la Palabra de la creación cuyo discurso es el silencio. Mercurio, sin embargo, representa también acción en todas las formas y fases. Él es la fluídica base de toda transmisión de actividad; y, en la teoría dinámica de la Universo, él mismo es la sustancia del mismo. Él es, en el lenguaje de los modernos físicos, esa carga eléctrica que es la primera manifestación del anillo de las ideas indefinibles.

Él es, pues, creación continua. Lógicamente también, siendo la Palabra, es la ley de la razón o de la necesidad o casualidad, que es el significado secreto de la Palabra, que es la esencia de la palabra en sí y la condición de su pronunciación. Siendo esto así, y sobre todo porque es dualidad, representa tanto la verdad como la falsedad, la sabiduría y la locura. Ser lo inesperado, trastorna cualquier idea establecida, y por lo tanto aparece complicado. No tiene conciencia, siendo creativo. Las leyendas del joven Mercurio son, por lo tanto, leyendas de la astucia. No puede ser comprendido, porque es el Inconsciente. Su posición en el Árbol de la Vida muestra el tercer Sephira, Binah, el Entendimiento, aún no formulado; menos aún la falsa Sephira, Da'ath, el conocimiento. De lo anterior parecerá que esta carta es la segunda emanación de la Corona, y por lo tanto, en cierto sentido, la forma adulta de la primera emanación, la Necio, cuya letra es Aleph, la Unidad. Estas ideas son tan sutiles y tan tenue, en estos planos exaltados del pensamiento, esa definición es imposible. Es ni siquiera deseable, porque es la naturaleza de estas ideas el fluir hacia el otro. Uno no puede hacer más que decir que cualquier jeroglífico dado representa una ligera insistencia en alguna forma particular de una idea pantomorfa. En esta carta, el énfasis está en el carácter creativo y dualista del camino de Beth.

En la carta tradicional el disfraz es el de un malabarista. Esta representación del malabarista es una de las más crudas y menos satisfactorias de la manada medieval. Suele representarse con un tocado en forma designo de infinito en matemáticas. Lleva un waud con una perilla en cada extremo, que probablemente fue conectado con la polaridad dual de la electricidad; pero también es la varita hueca de Prometeo que hace descender fuego del cielo. Sobre una mesa o altar, detrás del cual está de pie, están las otras tres armas elementales. La presente carta se ha diseñado principalmente sobre la base de la tradición greco-egipcia; porque la comprensión de esta idea fue ciertamente más avanzada cuando estas filosofías se modificaron entre sí, que en cualquier otro lugar en cualquier momento. La concepción hindú de Mercurio, Hanuman, el dios mono, es abominablemente degradado. Ninguno de los aspectos superiores del símbolo se encuentran en su culto. El objetivo de sus adeptos parece haber sido principalmente la producción de un temporal encarnación del dios enviando a las mujeres de la tribu todos los años al selva. Tampoco encontramos ninguna leyenda de ninguna profundidad o espiritualidad. Hanuman es ciertamente poco más que el Mono de Thoth.

La característica principal de Tahuti o Thoth, el Mercurio egipcio, es, en primer lugar, que tiene la cabeza del ibis. El ibis es el símbolo de la concentración, porque se suponía que este pájaro se quedaba continuamente sobre una pata, inmóvil. Esto es evidentemente un símbolo del espíritu meditativo. Puede también ha habido alguna referencia al misterio central del Eón de Osiris, el secreto guardado tan cuidadosamente por los profanos, que la intervención del varón era necesario para la producción de niños. En esta forma de Thoth, se le ve portando la varita fénix, simbolizando la resurrección a través del generativo proceso. En su mano izquierda está el Ankh, que representa la correa de una sandalia; eso es para decir, el medio de progreso a través de los mundos, que es la marca distintiva de divinidad. Pero, por su forma, este Ankh (crux ansata) es en realidad otra forma de la Rosa y la Cruz, y este hecho tal vez no sea tan accidental como afirman los egiptólogos modernos.

La otra forma de Thoth lo representa principalmente la Sabiduría y la Palabra. Lleva en la mano derecha el Estilo, en la izquierda el Papiro. Él es el mensajero de los dioses; transmite su voluntad por medio de jeroglíficos inteligibles para el iniciado, y registra sus actos; pero se vió desde tiempos muy remotos que el uso del habla o la escritura significaba, en el mejor de los casos, la introducción de ambigüedad, y falsedad en el peor de los casos; por lo tanto representaron a Thoth como seguido por un simio, el cinocéfalo, cuyo oficio era tergiversar la Palabra del dios; burlarse, simular y engañar. En lenguaje filosófico se puede decir que: La manifestación implica ilusión. Esta doctrina se encuentra en la filosofía hindú, donde el aspecto de Tahuti de que estamos hablando se llama maya. Esta doctrina es también se encuentra en la imagen central y típica de la escuela de budismo Mahayana (realmente idéntico a la doctrina de Shiva y Shakti). Una visión de esta imagen se encontrará en el documento titulado "El Señor de la Ilusión". Esta carta trata de representar todas las concepciones anteriores.

1 El Mago
Astro Mercurio
Palabras clave Palabra, Voluntad, Sabiduría