La Torre

Esta carta se atribuye a la letra Pe, que significa boca; se refiere al planeta Marte. En su interpretación más simple se refiere a la manifestación de la energía cósmica en su forma más burda. La imagen muestra la destrucción del material existente por el fuego. Puede tomarse como el prefacio del Atu XX, el Juicio Final, la Llegada de un Nuevo Eón. Siendo esto así, parece indicar la cualidad quintaesencial del Señor del Eón. En la parte inferior de la carta, por lo tanto, se muestra la destrucción del antiguo Eón establecido por rayos, llamas, máquinas de guerra. En la esquina derecha están las fauces de Dis, arrojando llamas al techo de la estructura. De la torre caen figuras rotas de la guarnición. Se notará que han perdido su forma humana. Se han convertido en meras expresiones geométricas. Esto sugiere otra (y totalmente diferente) interpretación de la carta.

Para entender esto, es necesario referirse a las doctrinas del Yoga, especialmente las más extendidas en el sur de la India, donde el culto a Shiva, el Destructor, es primordial. Shiva se representa bailando sobre los cuerpos de sus devotos. Entender esto no es fácil para la mentalidad occidental. Brevemente, la doctrina es que la realidad última (que es la Perfección) es la Nada. Por lo tanto, todas las manifestaciones, por gloriosas y deliciosas que sean, son manchas. Para obtener la perfección, todas las cosas existentes deben ser aniquiladas. La destrucción de la guarnición puede entenderse como su emancipación de la prisión de la vida organizada, que los confinaba. Fue su imprudencia aferrarse a ella. Lo anterior debe dejar en claro que los símbolos mágicos siempre deben ser entendido en un doble sentido, cada uno contradictorio del otro. Estas ideas se mezclan naturalmente con el significado más alto y más profundo de la carta.

La característica dominante de esta carta es el Ojo de Horus. Este es también el Ojo de Shiva, en cuya apertura, según la leyenda de este culto, el universo se destruye. Además de esto, hay un significado mágico técnico especial, que se explica abiertamente sólo a iniciados del Undécimo grado del 0.T.O.; una nota tan secreta que ni siquiera figura en los documentos oficiales. Ni siquiera es entendido por el estudio del Ojo en el Atu XV. Bañado en la refulgencia de este Ojo (que ahora asume incluso un tercer sentido, la indicada en el Atu XV) es la Paloma que lleva una rama de olivo y la Serpiente: como en la cita anterior. La Serpiente es retratada como el León-Serpiente Xnoubis o Abraxas. Estos representan las dos formas de deseo; lo Schopenhauer habría llamado la Voluntad de Vivir y Voluntad de Morir. Representan lo femenino y triasculino. Impulsos; la nobleza de este último se basa posiblemente en el reconocimiento de la futilidad de la primera. Quizá por eso la renuncia al amor en todos los sentidos ordinarios de la palabra ha sido anunciado constantemente como el primer paso hacia la iniciación. Esta es una visión innecesariamente rígida. Este triunfo no se dá únicamente en esta carta del tarot, ni tampoco las "voluntades de vivir" y las "voluntades de morir" incompatibles. Esto se vuelve claro tan pronto como la vida y la muerte se entienden como fases de una sola manifestación de energía.