Esta carta en la baraja antigua se llamaba Justicia. Esta palabra no tiene sino un sentido puramente humano y por tanto relativo; así que no debe ser considerado como uno de los hechos de la Naturaleza. La naturaleza no es justa, según ninguna idea teológica o ética; pero la Naturaleza es exacta. Esta carta representa el signo de Libra, regido por Venus; en ella Saturno está exaltado. El equilibrio de todas las cosas está aquí simbolizado. Es el ajuste final en la fórmula del Tetragrámaton, cuando la hija, redimida por su matrimonio con el Hijo, se erige así en el trono de la madre; así, finalmente, "despierta al Anciano del Padre de Todo". En el mayor simbolismo de todos, sin embargo, el simbolismo más allá de todas las consideraciones planetarias y zodiacales, esta carta es el complemento femenino de El Loco, porque las letras Aleph Lamed constituyen la clave secreta del Libro de la Ley, y esta es la base de un completo sistema cabalístico de mayor profundidad y sublimidad que cualquier otra. Los detalles de este sistema aún no han sido revelados. Sin embargo, se ha considerado correcto insinuar su existencia equiparando los diseños de estas dos cartas. Por tanto, no sólo por ser Libra un signo de Venus, sino por ser la compañera de El Loco, se representa a la Diosa danzando, con la sugerencia de Arlequín.
La figura es la de una mujer joven y esbelta colocada exactamente sobre la punta de los pies. Está coronada con las plumas de avestruz de Maat, la diosa egipcia de la Justicia, y en su frente está la serpiente Uraeus, Señor de la Vida y la Muerte. Ella está enmascarada, y su expresión muestra su secreta satisfacción íntima en su dominio de cada elemento de desequilibrio en el Universo. Esta condición está simbolizada por la Espada Mágica que sostiene en ambas manos, y las balanzas o esferas en las que pesa el Universo, Alfa el Primero en equilibrio exacto contra Omega el Último. Estos son el Judex y los Testículos del Juicio Final; los Testículos, en particular, simbolizan el curso secreto del juicio por el cual toda la experiencia actual es absorbida, transmutada y finalmente transmitida, en virtud de la operación de la Espada, a una manifestación posterior. Todo esto tiene lugar dentro del diamante formado por la figura que es la Vesica Piscis oculta a través del cual esta experiencia sublimada y ajustada pasa a su próxima manifestación. Ella se coloca ante un trono compuesto de esferas y pirámides (cuatro en for,a numérica, que significa Ley y Limitación) que mantienen la misma equidad que ella misma manifiesta, aunque en un plano completamente impersonal, en el marco en el que se desarrollan todas las operaciones. De nuevo fuera de esto, en la esquina de la carta, se indican esferas equilibradas de luz y oscuridad, y los rayos constantemente equilibrados de estas esferas forman una cortina, la interacción de todas esas fuerzas que ella suma y juzga.
Hay que profundizar más en la filosofía; el Triunfo representa a La Mujer Satisfecha. El equilibrio se distingue de cualquier prejuicio individual; por lo tanto, el título, en Francia, debería ser más bien Justesse. En este sentido, la Naturaleza es escrupulosamente justa. Es imposible dejar caer un alfiler sin provocar una reacción correspondiente en cada Estrella. La acción ha perturbado el equilibrio del Universo. Esta mujer-diosa es Arlequín; ella es la socia y cumplimiento de El Loco como se ha dicho antes. Ella es la última ilusión que es manifestación; ella es la danza, multicolor, polifacética, de la Vida misma. Girando constantemente, se disfrutan todas las posibilidades, bajo el espectáculo fantasmal del Espacio y el Tiempo: todas las cosas son reales, el alma es la superficie, precisamente porque son instantáneamente compensadas por este Ajuste. Todas las cosas son armonía y belleza; todas las cosas son Verdad: porque se cancelan. Ella es la diosa Maat; ella lleva sobre su nemyss las plumas de avestruz de la Doble Verdad. De esta Corona, tan delicada que el más leve soplo de pensamiento debe agitarla, penden, por cadenas de Causa, la Balanza en la que Alfa, la primera, se equilibra en perfecto equilibrio con Omega, la última. Las balanzas de la balanza son los Dos Testigos en quienes se establecerá toda palabra. Por lo tanto, debe entenderse que evalúa la virtud de cada acto y exige una satisfacción exacta y precisa.
Más que esto, ella es la fórmula completa de la Díada; la palabra AL es el título del Libro de la Ley, cuyo número es el 31, la más secreta de las claves numéricas de ese Libro. Ella representa la Manifestación, que siempre puede ser anulada por el equilibrio de los opuestos. Está envuelta en un manto de misterio, tanto más misterioso cuanto más diáfano; ella es la esfinge sin secreto, porque ella es puramente una cuestión de cálculo. En la filosofía oriental ella es Karma. Sus atribuciones desarrollan esta tesis. Venus rige el signo de la Balanza; y eso es mostrar la fórmula: "El amor es la ley, el amor bajo la voluntad". Pero Saturno representa sobre todo el elemento del Tiempo, sin el cual no puede tener lugar el ajuste, porque toda acción y reacción tiene lugar en el tiempo, y por lo tanto, siendo el tiempo en sí mismo meramente una condición de los fenómenos, todos los fenómenos son inválidos porque no están compensados. Satisfecho. Del manto del vivo desenfreno de sus alas danzantes salen sus manos; sostienen la empuñadura de la espada fálica del mago. Ella sostiene la hoja entre sus muslos. Este es nuevamente un jeroglífico de "El amor es la ley, el amor bajo la voluntad". Cada forma de energía debe ser dirigida, debe ser aplicada con integridad, a la plena satisfacción de su destino.
8 El Ajuste | |
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Signo Zodiacal | Libra |
Palabras clave | Equilibrio, Ley, Justicia |